PAPA NOEL, NOS CALZA
El comercio espera un repunte en las ventas.
Las últimas tendencias de calzado están a disposición de los consumidores, en diseños exclusivos y básicamente en cuero genuino y lo mejor: hecho con manos colombianas.
Quienes adquieren zapatos nacionales, además de lucir muy bien, apoyan la industria nuestra, que requiere demasiado apoyo para continuar sosteniéndose en los mercados, que no son como antes, que a estas alturas de la temporada ya habían agotado existencias. Contrario a hoy, que el poder adquisitivo se redujo a los últimos cuatro fines de semana de diciembre, lo cual se convirtió en una pesadilla, pues al no haber ventas, la cadena se rompe, en los pagos, y eso es delicado para el sector zapatero que ha tenido un 2023 débil.
Las esperanzas de un repunte están vivas, nos quedan pocos días para que aparezca Papa Noel, quien vendrá cargado de regalos, entre ellos, los zapatos. Muchos, además, querrán iniciar el 2024 estrenando calzado, dicen los comercializadores no sólo del Centro Comercial del Barrio Restrepo de Bogotá, sino de las diferentes ciudades y municipios del país.
El no tener un consumo sostenido nos obligó a realizar pedidos mínimos, lo cual llevó a que bastantes fabricantes, especialmente los micros y famiempresarios, cerraran sus plantas y talleres a mediados de noviembre, dicen quienes estaban acostumbrados a tener las bodegas llenas de mercancía y sabían de antemano que se movería la caja registradora.
Hoy, se tiene que ser metódico para evitar deudas y de paso causarles daño a quienes producen el zapato. A última hora, a los comercializadores les dio por hacer pedidos que, por tiempo, mano de obra y dinero, son difíciles de cumplir, señalan los productores, quienes en los últimos tres meses del año se dedicaron a hacer pares, en vez de docenas, esperando que se les hiciera el milagro de los grandes pedidos, lo cual fue solo un sueño.
La pandemia ahora es económica. No hay plata para comprar, por la caída del empleo… empresas y fabricas importantes dieron por terminadas sus tareas con anticipación, lo cual no es bueno para el mañana de la zapatería, dicen los comercializadores, que estaban acostumbrados a trabajar al fiado y ahora tienen que comprar al contado.
Endeudarse, sin la certeza de que los consumidores comprarán masivamente, no es negocio; es mejor, pedir lo justo antes que exponer lo que se tiene, se les escucha a los dueños de almacenes, tiendas y boutiques, que en el pasado, por esta época, se lucían llenando talonarios… eran pedidos millonarios. Eso fue ayer, hoy se compra lo que se puede vender. No hay duda que el desempleo le está causando estragos a la microeconomía, que es la que está sintiendo el fuerte bajonazo.
Antes, quienes tenían empleo seguro, calzaban la familia. Por la pandemia y la clausura de empresas, la costumbre de estrenar en Navidad y Año Nuevo está pasando de moda; hay obligaciones prioritarias.
Para estrenar no se necesitan fiestas especiales, es cuando se pueda. La comida, los arriendos, servicios públicos, salud y educación, no dan espera, la moda sí, comentan quienes hacían fila para comprar las tendencias del momento, en efectivo o con dinero plástico, y son quienes han reducido sus gastos al máximo.
¿Endeudarse para que nos digan que estamos estrenado en Navidad? Eso está mandado a recoger, se les escucha a los jefes del hogar, quienes no extrañarían si las fiestas navideñas y de arranque de año se vuelvan días normales… sólo con comida, guaro y rumba.
Lo interesante, en medio de las trasformaciones, es que los lugares tradicionales, donde se fabrica y comercializa calzado, caso del barrio Restrepo, continúan siendo atractivos para los consumidores, quienes van de compras, porque los zapatos que encuentran en el centro comercial de cielos abiertos, son de moda, calidad, en diseños especiales y en cuero. Comprar calzado en el Restrepo, es adquirir elegancia y comodidad para nuestros pies, manifiestan quienes se dan un paseo de compras por este sector, el cual se sostiene, sin importar que esté rodeado de centros comerciales.
“El calzado del Restrepo es único en todos los aspectos y cumple con los requisitos de unos excelentes zapatos, por eso, sagradamente, vamos a comprarlos en este barrio”, señalan los consumidores de antaño y de una nueva generación, a quienes no les tiembla la voz para preguntar si son zapatos colombianos o de origen chino, en cuero o en sintético.
La confianza y credibilidad que se ha ganado, durante más de 50 años, el barrio Restrepo como rey de la industria del calzado de Colombia, se hace respetar… al consumidor se le dice la verdad y mucho más si compran en los puntos de fábrica, que se han convertido en atracción, no sólo por el confort y salubridad del producto, sino por el costo del calzado, que, por ser directamente de la planta al cliente, tiene precios especiales.
Todo eso atrae clientes, desde la década del 60, cuando el Restrepo, que era un lugar comercial normal, se convirtió en el barrio de los zapateros, que es visitado a diario por compradores del mundo… quien va al Restrepo compra zapatos o prendas en cuero y marroquinería, que son tipo exportación.Vo, qua cerit, Catiaceps, nitus hacis, patiliciem dem aciendius
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