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Zoilo Pallares Villegas

La desinflada del consumo de ciertos bienes…

DECLIVE DE LAS ECONOMÍAS ILÍCITAS:

OPORTUNIDAD PARA LOS PRODUCTOS TRADICIONALES

El calzado y ropa requieren nuevas tecnologías.


EL CONJUNTO de factores que han contribuido a la caída vertical de la demanda de los estupefacientes, la minería y otros productos primarios en los últimos meses en el país y particularmente en las principales regiones productoras, ha generado una “desinflada” del consumo de ciertos bienes y servicios, especialmente de los importados y abierto la posibilidad de recuperar el mercado nacional con productos tradicionales básicos de cadenas productivas como los alimentos, la ropa, el calzado, la metalmecánica, entre otros, que por lo demás requieren también incorporar nuevas tecnologías e innovaciones en todos los eslabones, si queremos aprovechar la coyuntura especial, nacional e internacional que estamos viviendo en el presente y que parece se sostendrá así por lo menos un quinquenio hacia adelante.

La cocaína, principal fuente de riqueza ilegal y combustible de la violencia y el conflicto interno desde hace casi cinco décadas, ha visto que su demanda interna y externa ha caído a menos del 20% (hasta el 10% dicen algunos) de sus flujos normales en regiones productoras como el Catatumbo, el Cauca, Putumayo y otros territorios, con sus consabidas secuelas de desempleo, hambre, y creación de nuevas bandas delincuenciales rurales y urbanas que explican las nuevas formas de violencia del 2022- 2023.

BUENOS RESULTADOS

El cambio de foco en la persecución a los capos de la droga y no los campesinos, por parte del actual gobierno, con resultados sobresalientes, la aparición de nuevos sustitutos más baratos y potentes como el fentanilo, Tusi y otros, y el consenso en el enfoque de la nueva política con gobiernos clave como Estados Unidos y México, ha puesto pies en polvorosa a los carteles locales nacionales e internacionales, al punto de estos dejar perder la droga almacenada en las veredas y abandono de cultivos, por falta de clientes. Las pérdidas son enormes. En el Catatumbo, por ejemplo, el dinero que movían estos negocios superaba en dos, tres, cinco o más veces el presupuesto del departamento y todos sus municipios juntos. Correlativamente y confidencialmente, han caído sustancialmente los productos importados en los mercados de a mil y cinco mil, pero también de los de la moda y suntuarios, que llegaban en toneladas por el correo de Pecos Bill. La devaluación del dólar y otros factores que afectan los precios y la capacidad de compra nacional, han rematado esta historia incipiente. El control a la minería legal e ilegal, y al “ordeño” de los oleoductos para obtener la gasolina como insumo de dichos productos, ha estado contribuyendo también a cerrar, en buena parte, el ciclo de esta maldición que ha azotado a Colombia desde el siglo anterior y detenido su desarrollo, con su estela de muertos, desplazados y horrores sin fin.

“Desaparecido el bulto, desaparece el espanto”, decían los abuelos. Al caer la economía ilegal, se abren de nuevo las puertas a oportunidades de negocios para empresas tradicionales, como las mencionadas anteriormente. Pero puede ser importante también, la necesidad de asumir por parte de las MiPymes y la hoy denominada economía popular, incluyendo los cultivadores agrícolas, si quieren aprovechar el cuarto de hora, de su propia visión de la economía y los negocios, de sus enfoques y métodos de trabajo, que han sido en general ineficientes para enfrentar los mercados y los cambios que hemos tenido en todas estas décadas, añorando el pasado o creándose falsas ilusiones frente al futuro.

UNÁMONOS…

La invitación especial, una vez más, es un llamado a unirse y organizarse asociativamente, para aprovechar el momento presente, en consorcios, cadenas de valor, parques industriales, Distritos, cooperativas, asociaciones, ZASCAS, u otras formas que les permitan obtener menores costos, mayores volúmenes de oferta, calidades certificadas y constantes, desarrollar nuevos diseños y productos con innovaciones permanentes, adquirir maquinaria moderna, elevar la productividad, realizar nuevas formas de alianzas como grupos de productores tanto con proveedores de materias primas e insumos, como de las cadenas de almacenes de compradores, en condiciones de equidad y donde todos ganen en proporción al valor agregado incorporado en los bienes finales, y precios accesibles al consumidor final, saliéndole al paso al oportunismo, a los avivatos, a los que quieren quedarse con todo el negocio arriesgando lo menos posible, buscando formas de trabajo y cooperación estables, transparentes y de utilidad en el corto, mediano y largo plazo.

ELEVAN NIVEL

La reindustrialización propuesta en el Plan de Desarrollo aprobado para el 2023-2026, por el actual gobierno, abre estas nuevas oportunidades. Al retomar, potenciar y extender el modelo ZASCA CONFECCIONES Y CALZADO a nivel nacional, por ejemplo, mejorándolo con el aporte de los empresarios a superar las falencias del primer ensayo Hecho en Bogotá en el pasado reciente, es una puerta grande para que miles de micronegocios y MiPymes eleven su nivel productivo con el apoyo estatal directo. Pero sin paternalismo. Otra oportunidad abierta es la de hacer efectiva las compras estatales a este segmento empresarial, establecida en leyes desde hace años, pero que no se cumplen. Alimentos, confecciones, calzado, accesorios, maquinaria, equipos, etc. Ahí esta buena parte de la demanda empresarial que siempre la han manejado pequeños grupos, empresas y personas cercanas a los gobiernos de turno.

NUEVA OPORTUNIDAD

Hay que tomarse ese mercado sin miedo y exigiendo cumplir la Ley. Una tercera oportunidad se haya en identificar y llegar con los productos elaborados a las familias que reciben las remesas de sus parientes en el exterior, y que para el año 2022 superó los diez mil millones de dólares, ingresos superiores a los obtenidos por las exportaciones de café y demás productos, excepto hidrocarburos. O sea, mercado sí hay. Así como está la oferta gubernamental de crédito barato y oportuno, a través de la nueva política de Bancoldex, Finagro, Findeter, Banco Agrario, bancos cooperativos y algunos bancos tradicionales que han estado ajustando sus políticas de crédito a la nueva política crediticia y competitiva que está promoviendo el gobierno nacional. Oferta a la cual se espera se sumen gobernaciones y alcaldías, para que juntos: públicos, privados y sectores populares y sociales, podamos superar con éxito el tránsito de una economía y cultura con altos ingredientes de ilegalidad, competencia, corrupción y violencia, hacia una cultura basada en la legalidad, la cooperación, la transparencia y la paz, que con seguridad queremos el 99% de los colombianos, y por fin tener todos el desarrollo económico y social real como meta, en los campos, las ciudades, las regiones y el país, en medio de una crisis profunda del modelo económico mundial y un nuevo orden que nos tiene en crisis en la mayoría de los países y regiones del mundo, (al que se debe añadir ahora el clima con El Niño y las sequías extremas en marcha) y que mantienen al mundo al borde de una nueva guerra global donde no queda lugar para esconderse y evadirla… Si

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