EUFORIA DEPORTIVA
NO interesa la edad, el sexo y la posición social, lo importante es estar a la moda, luciendo camisetas, sudaderas, uniformes, zapatillas, guayos, tenis y gorras que los identifiquen con el equipo de sus amores.
La venta de implementos deportivos ha crecido un 100 por ciento. Nos faltan manos para producir. El brillante rendimiento de la Selección Colombia en la Copa América hizo que todos quieran comprar la camiseta con el amarillo, azul y rojo, lo cual mejoró la parte económica de las empresas especializadas en ropa deportiva, que han tenido que contratar personal adicional durante 24 horas para atender los pedidos, dijo un microempresario, quien está feliz porque a los compradores no les interesa el precio, sino vivir este momento.
El furor que ha despertado el combinado tricolor es inmenso… total.
La magia de James Rodríguez y los goles de Luis Díaz tienen delirando a los amantes del fútbol y a quienes no gustaban de él, quienes, para no quedarse atrás, también engrosaron las filas de quienes gritan, agitan la bandera y hacen sonar los pitos en las calles y frente a los televisores.
Definitivamente, el fútbol es pasión. Esto en lo que respecta a la Selección nacional.
A nivel de clubes, el título del Atlético Bucaramanga, por penaltis ante Independiente Santa Fe, obligó a que los santandereanos se vistieran de canarios de pies a cabeza.
Y como si fuera poco, la contratación de Falcao García por parte de Millonarios, disparó el consumo y la cotización de las camisetas y uniformes del equipo Embajador. Esto es una locura, Falcao despertó a los aficionados de Millos, quienes no ahorran esfuerzo por ponerse la 9, que porta el goleador, a quien se le cumplió el sueño de jugar en el conjunto capitalino, que tendrá el estadio El Campín atiborrado de hinchas para ver al artillero.
Hugo Rodallega, de Independiente Santa Fe, es otro ídolo que tiene a los hinchas rojiblancos estrenando camiseta.
Mientras que las cachuchas alusivas a la Selección, Millos, Santa Fe y Bucaramanga, entre otros, han tenido un consumo histórico en los últimos meses.
Las preferidas son las GCP Gorras, porque en diseño y calidad marcan la diferencia. La gente las consigue en la Calle 3 No. 31D-25 Sur, barrio Santa Isabel y en la Calle 17 Sur No. 24D-68, barrio Restrepo de Bogotá.
El emprendimiento que inició hace 20 años Oswaldo Romero Bernal, hoy es una verdadera empresa familiar que, además de dinamizar el desarrollo económico, le da empleo directo a 50 operarios y a unos 150 trabajadores de manera indirecta.
El propósito es crecer para darle más identidad a la industria nacional y a nuestras gorras, que también son adquiridas por grandes empresas para promover sus marcas, comentó Oswaldo Romero, quien junto a su hija Angie, están al mando de las plantas de producción y de comercialización de GCP Gorras.
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