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Taquito

El combinado tricolor cayó 1-0 frente a Argentina en Miami

COLOMBIA NO DESENTONÓ EN LA COPA AMÉRICA


LA historia dirá que Lionel Messi anticipó que Argentina sería campeón de la Copa América USA 2024, sin jugar la final ante Colombia en Miami.

La escuadra colombiana, dirigida por el argentino Néstor Lorenzo, no fue inferior al rival, durante 116 minutos (90 reglamentarios y 30 extras), pero Lautaro Martínez aprovechó un parpadeo de la defensa de Colombia y anotó el gol de la victoria del equipo orientado por Leonel Scalini, que enmudeció a los aficionados cafeteros.

El combinado tricolor, llevado de la mano por James Rodríguez y Luis Díaz, pudo haberse ido en ventaja en el primer tiempo, pero el árbitro brasileño Rafael Cluas, además de permitir el juego brusco, dejó de sancionar un penalti sobre John Córdoba.

Como si todo estuviera arreglado para la vuelta olímpica de Argentina, en la despedida de Messi, quien tuvo que ser relevado por una lesión, Claus, en el último minuto, omitió una segunda infracción en el área a favor de Colombia, que tampoco tuvo la intervención del controvertido VAR, que es más un comodín que una herramienta para esclarecer dudas.

El equipo tricolor perdió un invicto de 28 partidos. El subtítulo es digno. Ahora el trabajo se tendrá que intensificar para la Copa Mundo, en la que tiene cupo asegurado por Suramérica.

Más de uno deseaba que Rodríguez, Díaz y Córdoba le hicieran goles al prepotente Emiliano Martínez, lo cual no sucedió porque la artillería colombiana no acertó

La campaña del conjunto conducido por Lorenzo mereció elogios en la Copa América. Según los analistas era el llamado a levantar el máximo trofeo; en el fútbol quien no hace los goles, los ve hacer y quien comete errores los paga caros.

La Copa América le sirvió a Colombia para certificar que hay un relevo generacional: que el arquero Camilo Vargas es un titular indiscutible, que el defensa Davinson Sánchez es inamovible, que Jeferson Lerma es un bastión del medio campo, que James Rodríguez es el cerebro y que Lucho Díaz es inamovible en la línea de ataque.

Lo que está haciendo Néstor Lorenzo es para admirar y aplaudir: ha tenido el temple para darle la titularidad a Richard Ríos, a quien poco conocíamos y ha respondido con creces a esa confianza.

La Selección Colombia está para jugarle de tú a tú a cualquier adversario. Eso se le debe a Néstor Lorenzo, quien además de inculcar estrategias, está fortaleciendo mentalmente a sus discípulos, quienes juegan en clubes europeos, donde han aprendido que en el fútbol son once contra once y que con actitud se puede derrotar a quien sea.

Ahora Colombia deberá afinar para lucirse en el Mundial, en el que dará de qué hablar por el estilo, orden y certeza.

El tropezón frente a Argentina, en la final de la Copa América, más que un revés, deberá ser interpretado como una enseñanza: en instancias finales, es prohibido equivocarse.

Muchos pensaron que Colombia regresaría a Bogotá con el trofeo de oro de la Copa América, pero no se dieron los pronósticos; el trofeo de plata también es un fabuloso premio.

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